Un
dicho popular dice: “Del dicho al hecho...” todo aquel que no
lucha , ni colabora con el mejoramiento de la comunidad es el primero
en salir a sembrar matrices de opinión que dañan la condición
moral de los lideres que verdaderamente actúan y hacen protagonismo.
Pensando que eso puede lograr algo bueno para la comunidad. Para
hacer una denuncia se deben tener pruebas y no echar a andar
chismes. En una vecindad, todos tenemos que ser como hermanos, pues a
la hora de la verdad lo negativo como lo positivo afecta a todo la
comunidad; en Vista Hermosa se ha tomado la iniciativa de un
periódico comunitario, con la finalidad de informar a la comunidad
sobre los pormenores que ocurren y para recopilar nuestra historia
local.
La Biblia nos muestra como afecta la lengua en la sociedad:
“Hermanos
míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que
recibiremos mayor condenación.
Porque
todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste
es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
He
aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos
obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo.
Mirad
también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos
vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que
las gobierna quiere.
Así
también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes
cosas.
He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!Y
la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta
entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la
rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
Porque
toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres
del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;pero
ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser
refrenado, llena de veneno mortal.
Con
ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres,
que están hechos a la semejanza de Dios.
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce”
(Santiago:
3, 1-12).
Por:
Jorge Buitrago
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